Día 6

 Este día visitamos la casa azul de Frida Khalo, para la cual tuvimos que comprar entradas desde Argentina varios dias antes, porque sino se agotaban. 

La cola se hacía por hora de ingreso y te prestaban sombrillas para protegerte del sol. Como en tooooodo lugar de interés de cdmx, no te permiten ingresar con bebidas o comida, y acá te cobran un permiso para sacar fotos. No se podía filmar ni flash.

La casa es alucinante, recorrés todas sus partes, con fotos, objetos, fragmentos de su diario, cuadros originales, posesiones de ella y de Diego, cocina, cuartos, lugar donde pintaba, el caballete que usaba, los pinceles, los pomos, la cama con espejo donde pintaba, exactamente todo¡! hasta las cenizas de Frida se encuentran allí en su cuarto, en una urna. Es una locura, no se guardan nada. Sentí que me transmitía el liugar lo auténtica que ella era y como su casa era una extensión de ella misma, con sus objetos adorados que proliferan por todos lados ( era una cachivachera, diría mi madre). Podés tomar contacto con su historia con un grado de intimidad hermoso; realmente me sentí en su casa. 

El jardín de la casa también es precioso. Lo único disruptivo fueron los precios del gift shop ( ladrones o al menos muy caro para los argentinos). Me llevé victoriosa sólo una postal por dos dólares.

    La casa de Frida se encuentra en el barrio Coyoacán, que actualmente es como el Palermo Soho de cdmx. Tiene unos bares, negocios orgánicos, de delicatessen y artesanías, etc preciosos, super atractivos asi como caros. El barrio está repleto de casas de arquitetura mexicana pero de clase alta, super bellas  para ir viendolas. Hay una plaza muy bonita con una estatua de dos coyotes, el animal que le da la identidad al lugar. Tiene un mercado de artesanias pero no llegamos a ver nada, tuvimos que irnos rápido de ahi porque Guido tenía que ir a buscar su flamante celular, comprado por internet. 

Es muy contrastante la estética, la placidez y lo agradable que es este barrio, más sus signos de sociedad pudiente, con el barrio del centro, donde nos alojamos, que es muy muy viejo, oloroso, hay casas tomadas, edificios abandonados y desborde de gente y venta ambulante, con mucha población en situación de calle, de vulnerabilidad y de consumo problemático.