Día 1

 La verdad que llegamos muertos y no hicimos mucho más que andar por el barrio que nos alojamos, en colonia centro de Ciudad de Mexico. Migraciones fue larguisimo y luego otra cola para revisar equipaje, despues de un vuelo larguisimo con escala y una noche previa sin dormir; comiendo, eso si, en el vip: te, cafe, aguas naturalez, fruta, frutos secos, ensaladas, lo que quieras. Mucho queso para mi

Llegamos en metro al alojamiento, y el camino con la valija desde la estación se hizo largo, por pasillitos plagados de puestos de comida y negocios al mejor estilo once de Bs As, con mueblerias y casas de tela por doquier, ferias que vendian refulgentes vestidos de comunión; una quinceañera se cruzó por nuestro camino acompañada de un sequito de familiares, arrastrando su vestido brilloso lila con un ramo de flores a tono y un moño gigantesco en la espalda. Gatos caminaban por edificios venidos a menos, la mayoría de la arquitectura entre colonial y anterior a 1950. Banderass de la comunidad lgbti+ adornando las persianas y personas de la misma saliendo a pasear vistiendo unos looks divinos ( era sabado). Las discotecas lgbt con colas largas y su musica alta. En eso nos cruzamos un grupo de persona con cámaras de foto de todo tipo y tripodes yendo hacia algún lugar. Locales de articulos de música,taquerías. Todo ese lio hermoso recibiendonos.

Alquilamos una habitación por airbnb, nos recibe la anfitriona Alda, super amable. La casa es muy antigua al igual que el edificio, que se nota reciclado y con un mural muy bello. La ducha estae n un lado, el inodoro en otro. En el comedor hay una biblioteca con diversos instrumentos de música y libtos de fotografía. 

Comemos en una taquería por ahi, nos acomodamos, bañamos. Nos sentimos aturdidos, superados por el jet lag y las 4 hs de sueño en 34 horas. 


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