Día 5
24/1/24
Esta día viajamos en colectivo hasta Teotihuacán para conocer las ruinas Aztecas. Nos fuilminó el sol aunque llevamos protector, por no tener gorro que nos cubra todo el cuello. Guido se compró una paleta de mango con chamoy que estaba horrible. El lugar no me gustó mucho, salvo por las dimensiones de la llamada Pirámide del Sol ( que luego descubrieron que en realidad, era en honor a la lluvia), que impresiona y tiene un significado muy importante, no hay mucho para ver y apreciar, mas que usar la imaginación. Recorrimos un jardincito botánico que tenía cactus y suculentas endémicos y pude ver a estas especies, tan vistas en nuestras casas, en todo su explendor. El lugar es muy yermo y se puede ver a lo lejos las montañas rodeando el sitio
Al volver, ya muy cansados, a Guido le roban el celular de su mochila. Aun no comprendo como no lo advirtio o no pudo evitarlo al darse cuenta que estaba sucediendo, pero se quedaron con su celular. Fue en el momento de bajar del colectivo, la gente se amontona y aprovechan los hurtadores para manotear en la confusión. Al bajar, creyó que la que le había robado era una chica que bajó con él, resulta que no había sido asi, la chica muy amable nos ofrecio mucha ayuda y se quedó con nosotros hasta que decidimos irnos a casa ( la calidez mexicana siempre a la orden del día).
Guido tuvo que borrar sus tarjetas de ML, pedir que den de baja el celular y el chip a su trabajo, entre otras cuestiones. Extrañamente, en su computadora la sesión de whatsapp quedó abierta y es su unica forma de conservar su whatsapp hasta volver a la Argentina, ya que al estar lejos no puede recuperar su número y conseguir chip.
Ya la ciudad, aunque bella, exótica, vertiginosa, ya nos estaba resultando hostil y anticipabamos que algo de esto pasaría. No hay muchos turistas caminando por las calles, "pateando"la ciudad ni viajando en transporte públicoo, eramos practicamente los únicos, lo que nos hacía más llamativos. Creemos que es por la fama de inseguridad de CDMX, que hace que los extranjeros ciruclen en contingentes, se alojan el los barrios caros que pueden pagar ( coyoacán, polanco, etc) y luego van a los puntos turisticos en taxi u otro transporte particular, sin desplazarse realmente por la ciudad.
Otra cuestión que es muy llamativa es que todos los transportes públicos que funcionan con tarjeta de transporte, tienen un sector de asientos rosas que es sólo para mujeres y niñes menores de 12 años. Por lo general se respetaba pero muchas veces los hombres, entre ellos hombrs mayores, se sentaban igual, desafiantes. Me preocupa como mujer el grado de acoso que hay en CDMX que existen estas zonas rosas para intentar apaliar la situación.
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